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8-04-2014  - Un detalle, las axilas. (muy breve)

Ya hemos hablado varias veces de como la guitarra tiene la fantástica cualidad de captar mínimas diferencias en las características de los movimientos al producir el sonido con la mano derecha. La tensión muscular innecesaria genera un sonido tenso o atacado o demasiado punzante que preferimos evitar. (No quiere decir que a veces no se deba buscar este tipo de sonido, a propósito, para ciertos tipos de pasajes, pero hay que lograrlo, también, con la menor tensión necesaria.)

Un factor que viene descuidado, generalmente, -estamos acostumbrados a escuchar de los hombros, del codo, de la muñeca y de los dedos- es la axila. Por la axila pasan todos los músculos flexores de la mano y, sin embargo, raramente le dedicamos un espacio a esta parte del sistema del brazo. 

Si la axila está tensa, difícilmente podamos realizar un trabajo eutónico con la muñeca y los dedos. Debemos tratar de concientizar el estado de tensión/relajación de la axila al tocar. Para muchísimos guitarristas la axila del brazo derecho trabaja en modo ineficiente y tenso para sostener la guitarra en posición. Si es el caso, es el momento de encontrar un modo e que la guitarra quede fija en una manera que la axila quede liberada del trabajo. 

El estado del cuerpo incide en modo directo en la producción del sonido, porque incide en modo directo en las cualidades de los movimientos de los dedos. Pensar en tocar bien independientemente de lo que le pasa al cuerpo es una contradicción en sí misma. Siempre que podamos elevar el nivel de conciencia sobre las tensiones corporales estamos acercándonos a ser mejores intérpretes. Y cuando encontramos alguna tensión o molestia en alguna parte del cuerpo, no debemos nunca desmerecerla y dejarla olvidada. Hay que entender por qué y resolverlo lo antes posible.

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