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17/08/2014 - El pulgar de la mano derecha (parte 1).
Hay muchas cosas interesantes para descubrir al respecto del pulgar de la mano derecha. Como sus músculos están masivamente conectados (mirar fotos adjunta) con el antebrazo y brazo es, por un
lado, una herramienta ideal para realizar una gran cantidad de trabajos y proveer ayuda, orientación y estabilidad al trabajo del resto de la mano. Por otro lado, cuando del pulgar no está
trabajando eutónicamente (o sea, cuando está utilizando más energía de la necesaria, causando tensión inútil en la musculatura) puede ser causa inmediata del bloqueo del funcionamiento completo
de la mano. Lo mismo pasa con la mano izquierda pero no será el objeto de este post.
La principal causa de tensión en la mano derecha (específicamente hablando de la mano, sin meternos con el brazo, el cuello, la espalda, la posición, etc) es la tensión innecesaria en el
pulgar.
Al respecto de la posición del pulgar hay, digamos simplificadamente, dos "escuelas". Aquella que indica que conviene tener el pulgar en contacto con las cuerdas graves y aquella que sostiene al
pulgar en el aire.
Ambas escuelas tienen sus buenas razones para sugerir sendas distintas posiciones. Como siempre, yo soy partidario de adoptar aquella solución que se adecue mejor al caso específico, sin
descartar ninguna opción "a priori". (Recordemos una vez más que cada movimiento distinto produce un sonido distinto).
En ambas posiciones hay, naturalmente, lugar para interpretar mal las sensaciones y los movimientos generando tensión que paralice la mano. Particularmente, a este respecto, es "peligrosa" la
escuela que prefiere apoyar el pulgar sobre las cuerdas. Es muy fácil olvidar al pulgar, cuando este no está tocando, y que esto produzca que el contacto liviano, sútil y relajado del pulgar con
las cuerdas se transforme en presión contra ellas y que los dedos índice, medio y anular empiecen a actuar en contraposición a la presión (tensión) del pulgar, en vez de realizar movimientos
libres por sí solos.
Cuando utilizamos esta técnica (i.e.: dejar el pulgar en contacto con las cuerdas) debemos llevar constantemente la atención al pulgar para controlar la sensación muscular. La sensación muscular
debe ser casi idéntica a aquella que sentimos en el pulgar cuando apoyamos la mano descansada en el respaldo de un sillón, o sobre nuestras piernas cuando estamos sentados.
El pulgar puede entrar en contacto con la cuerda en varios lugares distintos, dependiendo de la comodidad y fisiología de cada uno y del trabajo que acaba de hacer o del que va a ser
inmediatamente después: con la parte inferior de la yema del dedo, con el canto del dedo o directamente con la superficie inferior de la uña o el canto cerca de la segunda falange (como si la
yema quisiera apoyarse en la cuerda inferior). Pero sea donde sea que entre en contacto el pulgar con la cuerda debe haber solo contacto, nunca presión.
Podemos probar a apoyar el pulgar sobre la 5ta cuerda y hacer lentamente un arpegio con índice, medio y anular sobre la 3ra, 2da y 1era cuerda al aire, tratando de comprender y sentir si estamos
aplicando presión al pulgar o si estamos solo en contacto. Podemos probar a tocar el arpegio poniendo presión (tensión) a propósito sobre la cuerda de apoyo para comprender que le pasa a la
mano.
Un modo fácil de comprobar si hay o no presión del pulgar en la cuerda de contacto es ver si la cuerda se desplaza de su centro de reposo. Si lo hace, estamos ejerciendo con el pulgar la presión
necesaria para desplazar la cuerda y eso implica que el pulgar está trabajando o por acción o por reacción.
¿Qué quiere decir por reacción? Uno podría argüir que la cuerda se desplaza por el peso del brazo en contacto con la cuerda, y eso es cierto, pero podemos fijarnos que todo pasaje de peso sobre
una superficie conlleva una reacción de tensión necesaria por parte del punto de apoyo para soportar el peso. Se puede hacer la prueba dejando caer el peso del brazo sobre el pulgar contra una
mesa. El pulgar se tensa. Cuanto más peso paso, más reacción hay de parte del pulgar.
Atención! Aún cuando el dedo pulgar esté completamente relajado, es probable que, en el momento de accionar con i, m o a sobre la cuerda que sea, haya un pequeño y breve movimiento de la cuerda
sobre la cual está apoyado el pulgar. Esto es inevitable, puesto que cualquier acción de cualquier dedo de la mano va a tener un ligero y breve reflejo en los otros dedos, porque están todos
unidos en el sistema de la mano. El problema no es un pequeño y breve desplazamiento circunstancial de la cuerda que vuelve rápidamente a su centro, sino el sistemático gran desplazamiento o el
desplazamiento en modo constante, actúen o no los demás dedos.
Pretender que el pulgar (o los demás dedos) no tengan un reflejo cuando algún dedo realiza una acción implicaría poner tensión para inmovilizar algo que naturalmente se mueve y es igual de nocivo
que poner tensión de más al realizar un movimiento. Tensar de más para mover o tensar para dejar quieto es igual de contraproducente.
Antes de comenzar a hablar del movimiento del pulgar en sí, quiero hacer notar que es muy frecuente que el dedo pulgar tenga tensión aún antes de empezar a tocar. Muchos guitarristas y
estudiantes de guitarra ponen tensión en el pulgar aún antes de preparar a posición de la mano derecha sobre las cuerdas, mucho antes de tocar siquiera una nota.
Es muy necesario asegurarse que la sensación del pulgar - tanto en el aire como apoyado sobre las cuerdas - en el momento de acomodar la mano derecha es exactamente la misma que la que se siente
cuando la mano está descansando.
Con respecto a como se debe mover el pulgar notemos que, al ser el dedo más conectado a distintas musculaturas, las posibilidades son variadas.
El dedo pulgar esta compuesto por tres articulaciones (ver imagen). Las tres pueden ser utilizadas para mover el pulgar, pero no todas generan buenos resultados. La segunda falange (la que está
cerca de la punta del dedo) es muy fácil de articular en modo relativamente liviano. La primera falange es más difícil de articular independientemente y genera mucha tensión. La articulación que
trabaja más eficientemente para realizar un movimiento amplio y enérgico es la articulación carpometacarpeana (ver imagen) que se encuentra ligeramente después de la muñeca (!!).
Mi forma de organizar el trabajo muscular parte del manejo de los movimientos desde articulaciones mayores que estabilicen el rango de los movimientos y luego aproximarme a las pequeñas
variaciones que se pueden implementar desde músculos más pequeños o desde articulaciones más extremas. Desde este punto de vista, entonces, la articulación que tiene más sentido utilizar es,
justamente la carpometacarpeana. Observemos un poco como trabaja el dedo desde esta articulación:
(Atención: poner mucha atención en no cargar de tensión innecesaria el movimiento. Recordar la sensación de la mano en reposo. Podemos dejar caer el brazo cada tanto para tener nuevamente la
sensación de la mano relajada como control)
Si, con la palma para arriba, tratamos de mover solo el pulgar desde esta articulación (art. CMC, como en la imagen) el dedo pulgar se dirige, generando un pliegue en la palma, hacia el dedo
anular.
Si cerramos la mano formando un puño relajado el pulgar se articula desde la art.CMC cerrandosé sobre el dedo índice. Dependiendo de la mano de cada uno, el pulgar entra en contacto con el índice
entre la primera y la segunda falange de este último.
Realicemos varias veces ambos movimientos. Cerrar el puño en modo relajado y, palma arriba, cerrar el pulgar hacia el anular, siempre moviéndonos desde la art.CMC. Notemos que el movimiento es
absolutamente natural.
Una vez que las sensaciones del movimiento del pulgar en modo natural desde la art.CMC están asimiladas, probemos a mover parejas de dedos. El índice y el pulgar, el medio y el pulgar, el anular
y el pulgar. Notemos que mientras que el índice, el medio y el anular se cierran hacia la palma el pulgar se cierra hacia la primera falange (la que está cerca de la palma) del otro dedo. Esta
sensación y este movimiento básico son los que debemos buscar cuando tocamos algún pasaje en el que debemos oponer alguna nota tocada con pulgar con uno o más de los otros dedos. Notemos que la
situación cambia ligeramente llegando a ser incómoda en extremo a medida que vamos quebrando la muñeca de la mano derecha haciendo que los dedos queden colgando.
(fin de esta primera parte)
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Ya van casi 4 años de Reflexiones sobre Interpretación, Técnica y Mecánica. 45 Reflexiones compartidas con gran alegría, que me han llevado tiempo y dedicación escribir. La idea siempre está presente de completar las reflexiones con más material en forma de un libro pero mientras tanto, siempre pensé -y sigo pensando- que estas reflexiones deberían ser gratis. Me gustaría que el libro también sea gratis. Es la idea, compartir los conocimientos que tengo para que todos podamos hacer más música con nuestro hermoso instrumento. Es por eso que a partir de ahora Reflexiones ITM acepta donaciones. Si estas reflexiones te sirvieron, si las usaste y te fueron útiles de alguna manera, si te parecieron interesantes y querés sostener el trabajo que vengo realizando y que quisiera continuar, podés apoyar este trabajo contribuyendo con una donación completamente opcional y personal (sin monto mínimo). Hacé click en el botón acá abajo y doná tu contribución. Tu apoyo será de una gran ayuda para los próximos proyectos!